domingo, 17 de mayo de 2015

¿Sabías que...?

¿…los hombres tenían una verdadera obsesión por aumentar partes de su cuerpo de tamaño?

Bueno, aunque sólo fuera a simple vista. Esta obsesión llegó a convertirse en una moda, pues los hombres comenzaron a llevar sus abrigos con heno y paja para que su cuerpo pareciera tener mayor envergadura. Y la cosa no acabó ahí, porque del abrigo pasaron a las hombreras y las mangas y, finalmente, acabaron rellenando también la parte de la entrepierna. A este hecho debo añadir que las calzas dejaron de usarse en virtud del uso de las medias, que sujetaban mejor el triángulo rellenado con heno y que ayudaba a acentuar la forma de la entrepierna. Está claro que las mujeres no eran las únicas en querer realzar sus atributos.


¿…cada elemento tiene su razón histórica?

En nuestra exposición estará explicado cómo los vestidos femeninos tenían alguna apertura a través de la cual se pudiera intuir las enaguas y en el caso de los hombres el forro de la vestimenta. Lo curioso es el aspecto histórico de ello. Estas “rasgaduras”, llamadas “acuchillados” es una conmemoración de la victoria contra los suizos a finales del siglo XV, donde el ejército inglés rasgó los estandartes y las tiendas de campaña y usaron los jirones de tela para colocárselos sobre su ropa, dejando entrever debajo sus propios ropajes.


También es destacable el uso de pañuelo y del abanico, elemento que trajo Cristobal Colón a modo de regalo y que favoreció las influencias entre España e Inglaterra. Los abanicos tenían formas y los colores de las banderas de sus países, y el pañuelo fue un elemento tanto para hombres y mujeres que denotaba la clase alta de quien lo portaba, fue un elemento de distinción de rango hasta tal punto que se prohibió el uso del pañuelo a las clases de la población más pobres. 

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